Opinion: modos de contar de Cajasol

de Belleda López

Considero que los espacios para las exposiciones de Cajasol son espacios de acceso público, NO son ESPACIOS PÚBLICO, logicamente, pero si se les comenzarán a tratar o a estudiar como espacios públicos, cambiarían muchas cosas, serían espacios más participativos y más sugerentes, con el consiguiente aumento de calidad, y de participación pública.

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Según fuentes de Cajasol: "El programa cultural de la Fundación y Obra Social, orientado a acercar la cultura al mayor número de personas, independientemente de su edad, extracción social o nivel formativo, se estructura en cinco ámbitos: exposiciones, música, cine, teatro y danza y publicaciones. Unas líneas de trabajo a través de las cuales la Fundación y Obra Social, con acciones propias o en colaboración, trata de complementar la oferta de otros circuitos culturales, hacer accesible a todos las más variadas manifestaciones artísticas y promocionar la aparición y crecimiento de jóvenes valores.

Consciente del rol social que desempeña la cultura, en tanto lleva parejo la transmisión de valores como la colaboración, la tolerancia, la aceptación de la diversidad o la no violencia, hace especial empeño en la labor pedagógica de sus actividades con programas didácticos específicos (talleres, visitas guiadas y audiciones para escolares).

Exposiciones

"La Fundación y Obra Social cuenta con un amplio programa de exposiciones que se exhiben tanto en espacios propios como en centros de otras instituciones con las que mantiene colaboración. Se trata de muestras diversas, abiertas a todo el público y de entrada libre, que se articulan en torno a varios ejes temáticos: arte contemporáneo, arqueología, pintura regionalista andaluza, fotografía o arte emergente.

Junto al montaje de las mismas, se diseñan y organizan actividades paralelas de carácter educativo, como visitas guiadas y talleres (programas didácticos específicos destinados a los centros escolares). Las exposiciones de gran formato, que disponen de un espacio propio en la Web a través del cual se pueden hacer visitas virtuales, quedan además recogidas en catálogos impresos" (datos extraidos de la web de Cajasol)


Las exposiciones de las que puedo opinar son:

4/21 HISTORIAS DE PAPEL:

Quiso contar algo pero que no sé muy bien que era, no me enteré de nada. Se hizo en colaboración con un grupo de alumnos de museografía impartido desde la fundación (parecido al nuestro). Pretendió ser una exposición fresca y que rompiera moldes.
Vista ahora desde la distancia, lo único que innovó fue que las paredes eran de colores, puesto que la selección de obras se hizo desde el más estricto y arcaico método de selección: “separados por raza y color”, se unieron los de la misma técnica y se eligieron los parecidos razonables entre artistas…una forma de contar, nada arriesgada, un querer y no poder, o un querer y no me dejan…
A pesar de querer ser novedoso, no dejó de ser una exposición al uso, donde los cuadros estaban colgados a la misma distancia, en la pared y con una iluminación que me pasó desapecibida, todos muy integraditos … no recuerdo nada que me asombrara o me sorprendiera, salvo el color de las paredes, en definitiva lo único atractivo: el envoltorio: SU TÍTULO, que parecía que nos iba a contar muchas cosas y al final a mi no me contó nada, sólo que las obras algunas eran “mu bonitas” pero nada relevante, nada emocionante....
¿Porqué la visité?: “me pareció sugerente el título, creía que iba a aportarme algo nuevo”: y qué chasco…

MIGUEL PEREZ AGUILERA. AUTOBIOGRAFÍA.

Visité esta exposición porque este señor había sido mi profesor cuando estudiaba en la facultad. Me pareció un tipo interesante cuando lo conocí. A pesar de su avanzada edad tenía un concepto del color, del arte y de la vida un tanto interesante, su obra, abstracta en su mayoría y con un sentido estético por encima de todo concepto artístico, es una obra vitalista, al igual que él.
Cuál fue mi gran sorpresa al encontrarme con unas paredes “rositas” como soporte de su obra “autobiográfica”, que para nada tenían que ver con él, con su obra y con su carácter. He mantenido largas tertulias con él sobre el color y el sentimiento que produce una vibración de dos o tres colores casi rozándose, casi haciendo el amor uno con el otro, y ponen las paredes “rositas”, sabiendo positivamente que ese color tiene más que ver con lo que quieren vender que con su vida misma: “para ser buen sevillano dos cosas hay que tener” (dice una sevillana muy conocida), bueno pues esta exposición fue una buena muestra de que se cuenta lo que se quiere y como se quiere, y las dos cosas que hay que tener para ser buen sevillano (no hablo de raíces genealógicas, sino de sentir, vivir Sevilla) y para ser reconocido en el mundo artístico sevillano es: 1.- tener un punto de cursilería 2.- Comulgar con la iglesia y las instituciones públicas y privadas… y así nos va…comulgando con los políticos carcas que nos manejan como marionetas, y que dejemos que nos representen con cualquier cosa que ellos deciden que está bien…
Una exposición contada cronológicamente y nada arriesgada… un poquito de todo desde que empezó hasta que terminó….y no entrando en análisis de que le pudo llevar a pintar el color por el color…búsqueda angustiada durante toda su vida y que consiguió realizar antes de morir. Y en esta exposición se queda en la mera anécdota de que forma parte de su última etapa.
Así que creo, que esta exposición fue una muestra de lo que se quiere vender de Pérez Aguilera, como “hijo de Sevilla” creo que fue una exposición para demostrar (no sé a quién) que Pérez Aguilera es más que un “papel de aluminio con reflejos de colores”, y lo que se consiguió desde mi punto de vista, es que pase a ser “uno más de los muchos que pintan en Sevilla”, uno más de los muchos que forman parte del panorama artístico Sevillano y que no son ni quieren ser irreverentes.

Una forma de contar anodina y aburrida, pasada y manida. Esperaba encontrame con el Pérez Aguilera que conocí, y por el contrario me encontré con un Pérez Aguilera totalmente desconocido y manipulado.

De nuevo el envoltorio fue para mi más sugerente que el contenido y forma de contar de la exposición.

Esta exposición tenía contenido suficiente como para contarlo de una forma más sugerente: sólo con cualquier fragmento de cualquier cuadro figurativo de la primera época de Pérez Aguilera, se podía haber montado un discurso de cómo evoluciona el concepto del color y la forma de expresión en un pintor que vive y muere por Sevilla, sin pintar giralditas y plazuelas, que por lo visto es lo que nos gusta a los sevillanos…

BOTERO: UNA MIRADA DIFERENTE:

De mirada diferente nada, eso sí, las paredes eran modernas en Sevilla, porque estaban pintadas de colores, creo que fue de las primeras paredes de colores que se impusieron en Sevilla, y llamaba más la atención el verde tan bonito de la pared, que las propias obras…
De nuevo el envoltorio más sugerente que el contenido.

Una exposición, con muchos cuadros..muy alineaditos, todo como muy predecible, para nada sugerente, y sin contar nada nuevo: una hilera de cuadros del artista seleccionados por una temática que se dijo que era un canto a la libertad y a los derechos humanos…”testimonio de la barbarie” se llegó a decir en algún sitio…contado de una forma poética y armónica que para nada tiene que ver con la lucha por el pueblo Colombiano, y si mucho que ver con el deporte local del “aparentar”, vamos que viste mucho que Botero invada las salas de Cajasol…que venga a Sevilla y por eso hay que tratar las salas para sus obras con ese aspecto ceremonial y de salón de bodas.

EGIPTO, NUBIA…

Sólo recuerdo que había muchas cosas, mi recuerdo es de desorden, de muchas estanterías, de muchas barreras visuales, de sentir: "muchos cohetes pa tan poca cosa". (Recuerdo que tuvo mucha repercusión en medios)

No me descubrió ningún Egipto nuevo ni emocionante, al contario, todo lo sugerente que me parecía en mi imaginación, en esta exposición me pareció una muestra fría de muchas “cositas” traídas de Egipto para que las viéramos.

Antes de entrar en la Exposición pensé que iba a entrar en el interior de una pirámide, que palo, era una sala de autopsias…

De nuevo el envoltorio muy sugerente “Egipto, los faraones, la magia, …” y el contenido: estanterías con figuritas…



Por lo que mi propuesta es envolver como si de una caja de regalo se tratase, el edificio de la fundación, y así, entrearle a Sevilla "el regalo sorpresa" que todos esperan recibir y que luego nada, de nada....

Hay más argumentos pero ya los iré describiendo..."sorpresa"